En la presente entrada va a ser públicamente revelado el misterio de la inusual conjunción de letras la trexis.
Todo se remonta a siete años y medio atrás. Empezaba mi flamante e inocente quinto grado de primaria con 10 años. Honestamente no me acuerdo un carajo, pero no sé porqué relaciono a
la trexis de ese entonces con una bolsa de papafritas lays y una vuelta por el patio del colegio en el recreo. No me acuerdo del momento en qué me dí cuenta que era mi amiga, pero seguramente fue unos meses después.
A fines de ese año, (¿O era del siguiente?) a las maestras se les ocurrió hacer un acto para obviamente no me acuerdo qué fecha de el Mago de Oz. A Meli le tocaba hacer de la pibita principal, llamada Doroty o con algún nombre yanqui similar. A mi me tocaba hacer del hada-gallina, un hada madrina a la que la bruja la había embrujado y efectivamente era mitad gallina. Así que tenía que entrar al escenario cuando Dorita se despertaba en la tierra de Oz, dando pasitos rídiculos, moviendo brazos y cadera en una torpe imitación de gallina, al son del clásico "
La gallina turuleca". Una genialidad.
Desde siempre con Meli jugamos a decir boludeces, a hacerlas sonar de manera inteligente, o directamente a desprendernos de los filtros sociales que nos hacen comportarnos como el promedio, así se logran estados similares a una dogradicción grave o a un exceso de alcohol, que generalmente concluyen cuando me doy cuenta de que
la trexis está escribiendo en mi pared cosas incoherentes o fuera de lugar (como hoy: "Acá hay una mancha de humedad trexiana", y una flecha que señala la mancha prometida).

Un día de ensayos de la obrita, sé vé que fiel a las tradiciones estabamos sosteniendo esos estados a los cuales nos inducimos una a la otra. A mi por esos tiempos me gustaba que me dijeran Vix (La mayoría de la gente no entendía que no se pronunciaba VICKKKKKS, y una vez me lo escribieron con B larga e Y griega, pero yo seguía insistiendo), o vixyz, (peor), Meli en un intento por ser original me empezó a decir vexyz, o vex, o la veeeex. ¿Quién sospecharía que mi nombre requete quemado Victoria tenía tanto potencial para apodos o nuevas conjunciones de sílabas? Así comenzó el torrente de palabras: Victoria, Vicky, Vic, Vix, Vixyz, Vex, Vexyz, flexis, nexis lexis, y de alguna manera surgió en ese momento el mítico
la trexis.A continuación, yo también quise entregarle a mi mejor amiga un apodo original y fuera de serie que tuviera relación con el mío, pero después de decidir que no me gustaba como quedaba
la mexyz, decididí desistir y sin usar nada de creatividad, me dirigí a ella como ella se dirigía a mí.
Por lo tanto
La trexis es un apodo compartido y recíproco que nos otorgamos la una a la otra.
Somos como Batman y Robin pero sin peleas, somos parecidas y nuestras pequeñas diferencias nos complementan, somos compañeras de colegio, de vivencias, de viajes y rutinas, de misas (me gusta sentarme siempre cerca de ella porque sé que cree como yo creo), de risas y lágrimas, de pensamientos e ideologías, de sentimientos, de religión y espiritualidad, de aprendizajes y sueños, del batallón anti-sistem´s soldiers,
del proyecto para abandonar o reubicar libros, somos
compañeras de vida y creo que lo vamos a seguir siendo siempre porque sin ella sería radicalmente otra persona.
Todas estas palabras pueden parecer muy típicas, pero no tengo manera de explicar esta amistad porque es única, y la trexis es simplemente como su nombre lo indica,
la trexis.