Definitivamente tomo lo ocurrido como un aliento a dejar de ir del todo a dicha multinacional podrida.
Todo empezó el miércoles pasado. Era mi cumpleaños, y Anto quería ir a comer a Macdonalds. Hacia mucho que no íbamos y de vez en cuando uno desea un buen atracón de grasa poco saludable.
Aprovechamos al máximo cupones vencidos que nos aceptaron igual. Hasta pudimos aprovecharlos con extraños que se habían comprado los combos exigidos para acceder a determinado alimento.
Luego se me ocurrió la fatídica idea de comer un Mc Milka. Fui felizmente a la caja con Flor, y pedí amablemente mi helado, supuse similar al Mc Flurry, que en otros tiempos era un Mr. Mc Helado, cuya ingesta exigía ser compartida con otra persona. No me acuerdo de que nos estábamos riendo en ese momento, pero cuando la chica me dio el helado, nos dimos cuenta medio entre risas que ya no venía como antes. El vasito era una pequeñez, y el helado estaba como por la mitad de su contenedor, a su vez contenido por un lindo sobre vaso violeta de cartón. Flor me dijo riéndose, "Décile que te ponga más", y riéndome yo también le pedí a la chica que me pusiera más. La negativa no se hizo esperar, "La porción es así". No insistí, pero estaba volviendo con el resto de mis amigas, cuando ví la propaganda del helado que tenía en la mano, y me asombró un poco su falta de similitud con el real. Podía dejar pasar la wachada de achicar poco disimuladamente el vasito, pero volví para decirle a la chica que claramente en el anuncio estaba hasta el borde, y en el mío poco más de la mitad. Su excusa fue que el ficcional estaba batido, y por eso parecía tener más volumen,y el mío no, pero su contenido era el mismo. Sin saber mucho de físico-química, me parecía que tremenda diferencia no iba a cambiar por batirlo, por eso lo batí enérgicamente con la cucharita para probar mi teoría. Efectivamente el nivel del helado no subío una mierda. Decidida a ser tenida en cuenta, más que a obtener más helado, le mostré mi comprobación a la chica, que continúo dando una negativa absoluta pese a las pueblas factibles. Meli Pepis vino en mi ayuda, mostrandole que el Mc Flurry que ella había adquirido efectivamente llegaba a su respectivo borde del vaso como en el anuncio. "La porción es así". Sin creerles del todo, nos rendimos, nos reagrupamos con las demás y empezamos a filmar videos de protesta contra el capitalismo, eventualmente pasaba alguna empleada y no nos dejábamos intimidar por sus caras de orto, nunca faltandoles el respeto, pero si riéndonos entre nosotras.
Filmando el video número doce aprox, con la suavidad que me caracteriza tome mi vaso (cuyo contenido estaba ya repartido entre el estómago de Sol y el mío) ocasionando que se saliera el sobre vaso violeta.
"¡NO ME JODAS, ES EL MISMO QUE EL DE MELI PEPIS!" Dije cuando a raíz de eso me dí cuenta que efectivamente mi vaso y el de Meli Pepis eran iguales, que por lógica el contenido del Mc Flurry Oreo, y el nuevo Mc Milka tenía que ser en la misma cantidad, y que me habían tomado fríamente el pelo, privándome de centímetros de helado que eran mi derecho.
Sin saber muy bien qué les iba a decir, decidí darle mi opinión a la cajera que me había engañado cruelmente. Me encontré con que no estaba porque "habían cambiado el turno", y a falta de la responsable de mi ultrajación empecé a hablar con una gerente, y se fueron sumando empleados de macdonalds a escuchar mis quejas dichas en un tono amable. Fue muy largo el intercambio de ideas que se hizo cada vez menos sereno, pero quiero destacar las siguientes partes:
- Tendrías que haberle dicho a la Gerenta en el momento...
- Pero si le dije que me parecía menos y me dijeron que era así, ¿Qué se suponía que iba a hacer?
- Bueno, ahora no te podemos dar más helado...
- No, no quiero más helado, solamente quiero decir que me mintieron.
- ¡Nadie te mintió!
- ¿Ah no?, Me dijeron que era así y no era así, ¡Me mintieron!
- Bueno, si querés verlo así...
- No es como yo quiero verlo, ME MINTIERON.
De momentos tenía que morderme la lengua para no reírme, me parecía muy absurda la situación pero nadie me deja con la palabra en la boca, y menos cuando tengo razón. Meli vino a a ayudarme firme como soldado cuando las cosas se pusieron peor.
Varias empleadas se daban vuelta y se iban cuando estaba hablándoles. Una en particular me molestó más porque decía "Bueno, listo, listo"
- ¿Esta me está cargando? Le estoy hablando y se va..
- Es que no podemos hacer nada, no te puedo dar más helado ahora...
- NO QUIERO QUE ME DES MÁS HELADO.
Esta parte la considero la mejor intromisión de Meli:
- Acá ya no pasa por el helado, pasa porque la están tratando como el culo.
La única tarada que se quedó a prestar la cara nos sonreía perezosamente diciendo sin emitir palabras "A ver si la cortan, qué pendejas..."
- Ahora llamamos al Gerente de Marketing...
- ¿Y A MI QUÉ ME IMPORTA EL GERENTE DE MARKETING?
Sonrisita de "¿Y qué queres que haga?"
- ¿Qué, no se puede quejar?
- Eso ¿NO ME PUEDO QUEJAR?
- Y, no...
Que respuesta más patética e indignante. Conscientes de que dos centímetros de helado habían acaparado la atención de casi todos los empleados y buena parte de los consumidores, nos dimos media vuelta dejándola a la última empleada tranquila, sospechando que hasta ella se sospechaba una estúpida. Volvimos con nuestras amigas que miraban un poco asombradas. Una señora que estaba cerca me pidió explicaciones, y nos pusimos a charlar tranquilamente. Otra empleada medio tonta se metió en nuestra conversación sin que nadie le pidiera opinión, a decirme que no tenía razón. Tuve que cerrar otro culo con mis argumentos sinceros, y viendo que no me iba a ganar, me dijo que no tenía porque andar gritando, a lo que la señora de al lado mío contestó que yo nunca grité, que la tenía que respetar porque ella estaba trabajando, (No sé como podría haberle faltado el respeto si ella se molestaba en chumbarme en vez de limpiar), y que le estaba haciendo pasar un mal momento.
- ¿MAL MOMENTO A QUIÉN? ¡SI USTEDES ME PUSIERON POCO HELADO!
* Gracias amigas por reírse conmigo y soportar mis locuras. Aunque me tome todo a broma me llamó la atención la falta de atención a las quejas del cliente, y entiendo que es porque están acostumbrados a que compremos la mierda que nos venden sin que nadie cuestione nada.
¡No nos dejemos oprimir!
