23.5.12

Everybody ends

Acabo de terminar de ver el último capítulo de mi serie favorita por años y años. Más allá de que House se haya muerto efectivamente (como defienden comentarios bien justificados en Cuevana), o no... Increíblemente el tema me parece que no pasa por ahí. House le ganó a la muerte en el momento en que decide levantarse para intentar esquivar las llamas que de a poco lo envolvían. House le gana a la muerte porque detrás de todos los rompecabezas, las prostitutas y los autos era un muerto en vida. El personaje tremendamente ecéptico termina diciendo "People can change", y levantando su trasero para salvarse, porque no le da igual, aún sin acertijos, y en breve sin la única persona que lo quiso incondicionalmente, aún con dolor. no le da igual morir. Y no por el simple pensamiento de que no hay nada más... sino porque un eventual nada más tampoco le alcanza. House se da cuenta que no le alcanza. House hace en este capítulo lo que estuve esperando ver todos estos años: decide ser feliz por él mismo. Así que no me interesa mucho si es Wilson el que flashea o físicamente House vive... Mi querido amigo Gregory se ha salvado.


12.5.12

Enamórense



"No empiecen con poemas de amor, son los más difíciles, para eso esperen a tener ochenta años. Escriban sobre otras cosas, qué se yo, el mar, el viento, un radiador.  Un tranvía. No hay una cosa más poética que otra, la poesía está adentro de uno; mírate al espejo, la poesía eres tú.
 Adornen sus poemas. Elijan las palabras con cuidado. A veces se tarda ocho meses en encontrar una palabra. La belleza comenzó cuando la gente empezó a elegir, sino miren a Eva, estuvo ocho meses eligiendo la hoja de parra apropiada, << Ésta, o ésta, o ésta >>, ¡Dejó a todo el Edén sin hojas!
Enamórense. Si no aman, muere todo. Enamórense y todo cobrará vida. 
Despilfarren su alegría, disipen su júbilo, callen o entristezcan con entusiasmo. Arrojen su felicidad hacia otro
Para transmitir la felicidad deben ser felices, para transmitir el dolor deben ser felices. ¡Sean felices! 
No tengan miedo de sufrir, todo el mundo sufre. 
Si no tienen los medios, no se preocupen. Necesitan algo para escribir poesía: todo. No intenten ser novedosos, es lo menos nuevo del mundo. Si no se les ocurre nada sentados, acostados verán el cielo... ¿Qué miran? Los poetas no miran: ven.
Que la palabra los obedezca. Si la palabra muro no obedece, no vuelvan a usarla en ocho años. Así aprenderá. Eso es belleza pura, aquellas líneas, que quiero que se queden ahí.
Borren todo, empecemos.
Terminó la lección."


Estoy enamorada de Benigni, estoy enamorada del idioma italiano, estoy enamorada de toda la Verdad en su conjunto inabarcable y de cómo la belleza del universo se asoma en las cosas más insólitas cuando menos lo sospechas. Estoy enamorada de las palabras, de las obras de arte, del rayo de sol que entra limpio por mi ventana. Estoy enamorada de todos puentes sutiles a esa realidad más profunda.


5.5.12

Luz

Hace bastante tiempo viene revoloteando en mi cabeza la idea de personas de colores, o luces.
Un par de veces, diferentes personas que en todas las ocasiones me significaron mucho me dijeron cosas como "Sos como una luz", o "Vos le ponés los colores", y orgullosamente guardo esas palabras como las más lindas que me hayan dicho jamás. No sé porqué me gusta tanto la idea, probablemente porque me resulta terriblemente tierno, o quizás porque no se me ocurre algo tan lindo como una persona de colores.
¿Qué será entonces está condición?¿Cómo darse cuenta quien la encarna?
No creo que lo último sea difícil, caminando por las calles de esa jungla de metal que es capital, uno encuentra pocos buenos candidatos a tener esta peculiar característica ilustre. Individuos de todas formas pero sonrientes, que caminan diferente, piden perdón y permiso y miran. Pero no hay forma de estas muy seguro a simple vista. Es cuando empezas a conocer a alguien cuando te das cuenta por lo que dice y lo que muestra que es un ser radiante, que brilla. A veces antes, a veces después, te terminás dando cuenta que te encontraste con una persona única, que te mira a los ojos más de lo normal, con ojos que parecen brillar más de lo normal. Que es diferente de verdad.
Hoy en COR trabajamos, con además del cuentito que acabo de puclicar y que se haya inmediatamente abajo de esto, una comparación persona-hornitoorientalcompradoenuntodopordospesos. A simple vista puede parecer extraño pero tiene mucho sentido. "Lo vi en su barro, tan sencillo, tan imperfecto, y me vi así de barro, así de imperfecta. Tiene agujeritos, perforaciones, y tengo heridas y marcas en la piel. Pero entonces me fijé que en su interior había un espacio para una vela, para una vela muy pequeña. Y me hizo pensar que por pequeña que sea, la luz que regala, la llamita que da, es más que necesaria, necesaria para dejar traslucir un rostro, una sonrisa, una lágrima, necesaria para provocar un incendio, para hacer una plegaria, para evocar una promesa, para reír,y hasta para dar calor. Esa luz como la que llevamos en nuestras vidas se cuela por agujeritos de mi horno y por los bordes de mis heridas, esa que dice que hay un Dios dentro mío que hace fuerza por salir por cualquier rendija después de haberme quemado tanto. "
Entre una avalancha de pensamientos que me surgieron con toda la reflexión, a los que se agregaron un montón más de mis compañeros, redescubrí que en todos está esa llamita.
Algunos no quieren hacerse cargo, o incluso les dá vergüenza, así que le ponen una maceta arriba, pero sigue brillando ineludiblemente abajo de eso. Otros no se dieron cuenta que en realidad están brillando, quizás encandilados por luces de los demás. Algunas personas no se dan cuenta que en realidad tienen una montaña de carbón al lado, y solamente prenden una ramita. Pero hay gente, personas que me hacen plantearme que pude haber hecho tan bueno como para poder conocerlas, que es un incendio forestal, y aunque a veces claudique un poco, alumbra cada vez más. Quizás estos últimos quemen todo porque ven la luz en todos los otros y también en si mismos.

La taza

"Se cuenta que alguna vez, en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una en donde vendían vajillas antiguas.
En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita. “¿Me permite ver esa tasa?, preguntó la señora, “nunca he visto nada tan fino como esto”.
En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar. La tacita comentó:
- “¡Usted no entiende! Yo no siempre he sido esta taza que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente. Llegó un momento en que me desesperé y le grité: ‘¡Por favor, ya déjame en paz!’. Pero sólo me sonrió y me dijo: ‘aguanta un poco más, todavía no es tiempo’.
- Después me puso en un horno. ¡Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté por qué mi creador querría quemarme, así que toqué la puerta del honro. A través de la ventana del horno puede leer los labios de mi creador que me decían: ‘aguanta un poco más, todavía no es tiempo’. Finalmente se abrió la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara. ¡Así está mucho mejor!, me dije a mi misma, pero apenas me había refrescado ya me estaba cepillando y pintándome. El color de la pintura era horrible. Sentía que me ahogaría. ¡Por favor detente! le gritaba yo a mi creador, pero él sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía ‘aguanta un poco más, todavía no es tiempo’.
- Al fin dejó de pintarme; pero esta vez me tomó y me metió nuevamente a otro horno.. no era un horno como el primero, sino que era mucho más caliente. Ahora sí estaba segura que me sofocaría. Le rogué y le imploré que me sacara. Grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo ‘aguanta un poco más, todavía no es tiempo’.
- En ese momento me di cuenta que no había esperanza. Nunca lograría sobrevivir a ese honro. Justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abrió la puerta y mi creador me tomó cariñosamente y me uso en una repisa que era aún más alta que la primera. Allí me dijo un momento para que me refrescara.
- Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo: ‘¡Mírate, ésta eres tú!’ Yo no podía creerlo! Esa no podía ser yo. Lo que veía era hermoso. Mi creador nuevamente me dijo: ‘Yo sé que te dolió haber sido golpeada, amoldada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estaba, te hubieras secado, se que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado. También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu vida no tendría calor. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido suficiente para que subsistieras. ¡Ahora tú eres un producto terminado! Eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a formar."

(Volví a COR*, Comunidad Reparadora, grupito de pastoral de mi colegio).

4.5.12

Vivir como cristiano es vivir en el amor

El... mmm sospecho que fue ayer... Bueno, el día de ayer tuvimos la suerte de poder ir con algunos de mis compañeros a una conferencia que hacía en la UCA un tal George Weigel, que resultó haber escrito varios libros sobre Juan Pablo II, teniendo una relación muy cercana con el mismo. La verdad no había leído ninguno, ni había escuchado nada de él, pero como me encanta la persona de Juan Pablo II me pareció una buena idea decidirme en el último segundo a perseguir a mis compañeros por las escaleras abandonando un par de clases que estuvieron buenas.
Confirmadas mis sospechas, el tipo resultó un tipazo, y su mensaje a los jóvenes católicos, inspirador para asumir la importancia y la singularidad de nuestra misión particular en la vida, de verdad muy lindo.
Cuando abrieron un espacio para las preguntas, supuse que alguno de mis compatriotas iba a preguntar algo. No me equivoqué del todo pero si la pifié un poco, el compañero que acostumbra a hacer buenas preguntas no levantó la mano, pero otro que no suele preguntar tanto tiró muy buen planteo, con el que no solamente yo, sino calculo todo católico se encuentra todos los días.
Dijo algo como: "En un contexto donde somos vistos como bichos raros, ¿Cómo podemos los jóvenes religiosos llevar nuestro mensaje al mundo en el lenguaje moderno?¿Cómo explicarle a un mundo relativista donde cualquier opinión parece valer que sí hay una Verdad, y que es Jesús?"
Weigel -qué genio- lo que contestó ilustradamente fue que los cristianos llevamos desde siempre nuestro mensaje no solo en las palabras, sino en el obrar. ¡Y es una respuesta tan simple y maravillosa! Queremos llevar con nosotros la verdad más grande y noble de todas: el amor. Vivir como cristiano es vivir en el amor. Eso es lo que llama la atención y es agradablemente muy contagioso.
A veces entre tanto ataque racional y discusión ideológica por mi religión me olvido momentáneamente del fondo que subyace todo eso, la Verdad que viene adherida conmigo y que tendría que reflejarse en mi forma de ser, y de vivir, todo el tiempo. No hay mejor forma de enseñar nuestra propuesta que encarnada en cada uno de nosotros.
Esa es la luz que mantiene en rumbo por el tempestuoso mar de pensamientos, juicios, peleas intelectuales, planteos y desplanteos, tambaleo de razonamientos. Es una luz tan grande que no podría ser diferente, no podría estar equivocada. Una luz que brillaba con todo su esplendor en Juan Pablo II.