24.2.12

La educación es la nueva revolución

Bueno, podría haber escrito lo que pienso, pero Llambi ya se tomó el trabajo por mí: 

Hoy, Argentina tiene que dejar de hechar culpas. Hace 40 años venimos hechando culpas (exceptuando a algunos pocos mandatos): "Porque los militares esto", "Porque De La Rua aquello", "Porque Menem tal cosa", "Porque Perón tal otra". Tenemos que dejar de hechar culpas.
No me malinterpreten, con esto no quiero decir que los problemas deberían ser olvidados ni mucho menos. Los problemas, como lo que son, tienen que ser SOLUCIONADOS. Si nos quedamos sentados y señalándo a los responsables con el dedo, nunca vamos a solucionar nada, y este tipo de tragedias eventualmente se van a hacer cotidianas.
Hoy 50 familias lloran a un hijo, hermano, o padre. 50 familias sienten enojo hacia un sistema que (tenga o no tenga la culpa) se tiene que hacer cargo de lo que pasó. Porque para eso está, para eso fue electo: Para hacerse cargo de los problemas, para mejorar situaciones que maltraten a la sociedad argentina (que ya bastante maltrecha está).
Y volvemos a lo mismo, a la raiz de todos los males: La falta de educación.
Y no me refiero a la falta de educación en el sentido escolar, de matemáticas o historia (a la que no le vendría nada mal alguna que otra mejora). Me refiero a la falta de educación como PUEBLO, como SOCIEDAD. Una sociedad educada, que es conciente de la utilidad de un servicio público (Público: Perteneciente a todos, es decir, de lo que todos somos dueños), no va a dedicarse a romper las puertas, no va a dedicarse a quemar vagones para intentar afectar al mandato del presidente de turno. Y no me quiero quedar con los usuarios de los servicios de transporte. Los miembros de una sociedad educada no permitirían que sus compatriotas viajen en trenes con una antigüedad mayor a 50 años, no mandarían mensajes de texto mientras manejan un tren lleno de gente.
Qué se necesita, entonces, para que no pasen más estas cosas? Se necesita una presidenta que maneje bien los contratos con las empresas privadas, que investigue para qué se usan los subsidios que entrega, que no permita que los capitalistas se los guarden en los cada vez más profundos bolsillos (con capitalistas me refiero a dueños de empresa, no estoy haciendo propaganda comunista). Y por supuesto, que no se guarde ella misma los subsidios en el bolsillo. Pero la solución a este tipo de problemas no está solamente en las manos oficialistas. La oposición también debería ganar un poco de dignidad y dejar de acusar por el simple hecho de acusar, y empezar a plantear soluciones efectivas, y dejar de buscar ascender al poder. Por supuesto, las empresas privadas también deberían dejar de buscar llenar sus cuentas bancarias para pasar a proveer un servicio más eficiente, lo que inevitablemente llevará a su mejora económica, y eso se convertirá en un circulo de avance interminable.
Cómo se llega a todo esto? De nuevo, con educación. Enseñando que con el bien común se llega al bien total.

PD 1: Esta nota no busca acusar al mandato de Cristina Fernandez. Si leen detenidamente, resalté solamente los errores que me parece que realmente corrieron por su cuenta. Mi opinión de los mandatos Kirchneristas me la voy a reservar.

PD 2: Esto tampoco buscar criticar el sistema capitalista (aunque tenga más fallas que aciertos), ni hacer apología del comunismo. Estoy tan en contra del comunismo como del capitalismo.

Por Tomás Llambías, insurrecto número uno y recontra archi muy orgullosamente para mí, un amigazo


14.2.12

Encendete

"Tienes que atreverte a vivir de una forma distinta,
Llenarte los ojos de amor y sembrar cada día.
Y verás como cambia este mundo
cuando sin temor abras al fin tu puerta,
y mantengas prendida tu luz por pequeña que sea.

 Y cuando la oscuridad te lastime muy dentro,
deja brillar tu candil que puede ser eterno.
Sólo podrás ser feliz si te atreves a amar sin medida y sin tiempo
manteniendo la llama encendida a pesar de los vientos.

Si quieres te ayudo a cuidar tu pequeña chispa,
hasta que sea llamarada que de fuerza y vida.
Hasta que tu corazón sea un signo de amor para el que camina
y seamos muchos los que tengamos la luz encendida."

10.2.12

Sobreviviendo en el pre-universo universitario.

Wowowo. Una semana completa llevo de vida pre-universitaria. Creo que nunca aprendí tanto en tan poco tiempo, fue como un licuado de conocimiento concentrado bebido a borbotones. No solo por el parcial al cual ya fui sometida, ni por la cantidad de reglas actualizadas de la RAE que trato de ir integrando -¿Ven?, voy a intentar sustituir mis característicos y simpáticos paréntesis por un par de guiones estéticamente académicos-. Esta semana me llené de caras nuevas, nombres y apellidos generalmente difíciles de pronunciar, largas escaleras hasta el tercer piso, semáforos a los cuales hay que prestar atención para evitar morir aplastado por oposición a los de mis tierras oriundas y cuasi campestres del lejano Oeste, GENTE, nuevos hábitos de aprendizaje intentando sacarle provecho a mi maltrecho cerebro con poco descanso, direcciones, autos, combis, subtes, colectivos, trenes, textos, ejercicios gramaticales (¿Pulquérrimo, nigérrimo? ¿Qué carajo?), preguntas sobre teología y discusiones sobre la naturaleza de la belleza en el arte.
Y todo empezó conmigo y una sensación de aplastante soledad, mirando desde abajo una amplia escalera de mármol, intentando localizar donde estaría la pizarra indicando el dato que me era preciso saber. Obvio que me equivoqué de renglón al leer donde se suponía que iba a estar mi aula. Por lo cual terminé en un aula equivocada, en un edificio equivocado, lo que provocó que llegara a la hora equivocada.
Subiendo la escalera a un paso no lento pero respetable -igual ya llegaba tarde- escuché un par de pasos ajenos al costado, pertenecientes a un chico agitado y con barbita. Lo tildé de filosofo y al final resultó ser de letras, el resultado fue el mismo: era el primer compañero que conocía. Y ninguno de los dos se acordaba el número del aula, así que obviamente entré a una clase bastante concurrida con el pizarrón lleno de MATEMÁTICA avanzada y pregunté si aquello era Filosofía. Ríanse muchachos. (Y se rieron bastante ruidosamente).
Cuando finalmente entramos tarde al aula correspondiente, descubrí que la chica del ingreso me había engañado cruelmente. "Hay un montón de chicos este año". Mjum, había adentro del aula moderna alrededor de 25 personas. Y no hay que olvidar el detalle de que constituimos dos carreras, de las cuales el poco más de la mitad elige Letras.
En pocos días me dí cuenta que no importaba la cantidad: Cada uno de ellos resulta muy interesante porque está totalmente chiflado. Probablemente sea por dormir poco y vivir apurada, pero los que me rodean afirman que estoy más loca que lo normal debido a algún tipo de factor patógeno en el nuevo ambiente. Personas con amplios conocimientos, cuatrilingues, intransigentes, hiper religiosos, ateos furiosos, a veces un poco soberbios... Todos portando amor a lo teórico y odio al practicismo, una larga lista de lecturas, y un montón de concepciones sobre un amplio catalogo de temas.
Ok, de verdad extraño a mis compañeras, pero creo que si apruebo el curso -cosa que resultaría fructífera- este nuevo lugar podría llegar a ser eventualmente un buen lugar para aprender integralmente.

5.2.12

No quiero llorar

Realmente me entro pánico cuando una señorita le dijo a mi mamá o adulto que me acompañaba que no podía llevarme de la mano hasta donde estaban mis compañeritos nuevos, que iba a tener que caminar yo sola con mi mochila a cuestas hasta el flamante patio de colegio. Me acuerdo, o quizás me acuerdo del recuerdo, que me costaba hacer rodar las ruedas de la mochila por un camino de piedritas molestas. Todo parecía tan grande, y mamá etc, estaban lejos atrás de una puerta verde. Me daba una vergüenza terrible llorar (Por Dios, ¡Ya tenía 6 años!) pero no pude evitar que se me nublaran los ojos porque las cosas no estaban saliendo precisamente como quería y siempre fui muy caprichosa.

Entonces, la preocupación que se suma a mi lista es: ¿Y si mañana lloro entrando a la universidad?

2.2.12

Change

-Do you think people can change?
-No. But I don´t think it´s gonna change your opinion because... people can´t change.

La piba nueva no-china y Chase de Dr House.  (Sí, para mi hacen re linda pareja)

1.2.12

Love is the answer.

80 muertos en Egipto por un partido de fútbol... Y sigo creyendo que el amor es inherente al hombre y mueve al mundo.

El verdadero vaso medio lleno.

La trexis quería ir a un Starbucks. Como todo lo que queríamos en el día de hoy se nos iba apareciendo a medida que lo precisábamos, sin buscarlo lo encontramos en las afueras de mi vertiginosamente futura y primera universidad.
Cuando con un par de cafecitos encima decidimos continuar derritiendonos lentamente en el transporte público, La trexis se dio cuenta de que su cartera había desaparecido de entre sus piernas -lugar poco convencional en el que la resguardaba-. Los principales sospechosos fueron unos yankies que pasaron relativamente cerca de nuestra mesa, diciendo "Coffee etc etc coffee etc" con su acento pretencioso. Pero el ladrón tuvo que maniobrar la cartera por debajo de la silla de La trexis y esquivar las miradas de Rochi y mías, que estábamos justo enfrente de la víctima. La verdad demostró una gran habilidad.
La chica de Starbucks le otorgó a la perjudicada cupones para cinco cafecitos gratis. (20 pé cada uno, estuvo bien). Recién cuando hicimos un par de cuadras alejándonos del, en apariencia, poco sospechoso y seguro lugar, nos pusimos a leerlos.
Decían algo como: "Lamentamos que tu experiencia en Starbucks no haya sido agradable. Esperamos que la próxima sea mucho mejor". Y al lado, había un dibujito de un vaso. "El vaso nunca está medio vacío".
¿No es buenísimo que La trexis se haya quedado sin celular ni llavero de Monsters Inc pero tenga cinco cafés gratis? ¿No está el vaso medio lleno? No, la verdad no. Pero supongo que por lo menos está un octavo lleno.