1.2.12

El verdadero vaso medio lleno.

La trexis quería ir a un Starbucks. Como todo lo que queríamos en el día de hoy se nos iba apareciendo a medida que lo precisábamos, sin buscarlo lo encontramos en las afueras de mi vertiginosamente futura y primera universidad.
Cuando con un par de cafecitos encima decidimos continuar derritiendonos lentamente en el transporte público, La trexis se dio cuenta de que su cartera había desaparecido de entre sus piernas -lugar poco convencional en el que la resguardaba-. Los principales sospechosos fueron unos yankies que pasaron relativamente cerca de nuestra mesa, diciendo "Coffee etc etc coffee etc" con su acento pretencioso. Pero el ladrón tuvo que maniobrar la cartera por debajo de la silla de La trexis y esquivar las miradas de Rochi y mías, que estábamos justo enfrente de la víctima. La verdad demostró una gran habilidad.
La chica de Starbucks le otorgó a la perjudicada cupones para cinco cafecitos gratis. (20 pé cada uno, estuvo bien). Recién cuando hicimos un par de cuadras alejándonos del, en apariencia, poco sospechoso y seguro lugar, nos pusimos a leerlos.
Decían algo como: "Lamentamos que tu experiencia en Starbucks no haya sido agradable. Esperamos que la próxima sea mucho mejor". Y al lado, había un dibujito de un vaso. "El vaso nunca está medio vacío".
¿No es buenísimo que La trexis se haya quedado sin celular ni llavero de Monsters Inc pero tenga cinco cafés gratis? ¿No está el vaso medio lleno? No, la verdad no. Pero supongo que por lo menos está un octavo lleno.

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