30.6.13

Canción interior

-Lalalalala lalalala lalá lála laa laaaa.

Muchas veces la capocha se me pone a tararear sin permiso.
La canción interior me ataca sin avisar. Puedo estar en cualquier lado, leyendo algo, dormitando en el tren, caminando para volver a casa o por los pasillos de la facultad. Generalmente en mi cabeza no suena toda la letra, pero si un par de palabras del estribillo, especialmente si es alguna canción en inglés. Por lo general logro evitar que se me escape por la boca y la mantengo atada, aunque con rienda muy suelta, en mi cráneo, pero no faltan ocasiones en las cuales toda mi demencia se muestra al desnudo cuando no las puedo refrenar adentro mío. Re loca.
Hace un par de meses me acordé que había leído esta teoría en algún libro de Agatha Cristhie. En una ocasión, su gordito belga con bigote se puso a silbar algo alegremente cuando de repente, sonriendo para si mismo, cayó en la cuenta de que estaba meditando internamente una melodía que tenía relación con el caso.
Muchísimas veces algo adentro mío le dio play a una canción que no escuchaba hacía años, y entonces se queda a vivir en la cabeza por un par de meses. ¡Qué genial! Qué genial que cobre protagonismo en mi mente sin pedir permiso y qué genial inspeccionarla y entender sus porqués. Qué genial dejarla sonar.
Bienvenida cancioncita, no importa si sos triste o patética: algo adentro mío canta, y esa es siempre una linda sensación.


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