Powerfull

Últimamente estoy más filosófica, pensativa, meditadora que de costumbre. (Juro que no me fumé nada)
Un torrente de pensamientos extravagantes surgió en mi cabeza ayer en plena clase de sociología. Estamos viendo a Foucault, pero como nos advirtió la profesora, sin demasiada profundidad, debido a una falta de tiempo.
Este tipo resulta que tenía una visión del poder bastante particular.
Hace unas semanas creo, (no mido muy bien los lapsus de tiempos), casual o no casualmente, yo también me auto-pregunté cual era mi definición de poder. Sin pensar demasiado, llegué a la primitiva conclusión de que el poder en todas sus formas significa tener menos límites, ser capaz, tener la posibilidad.
La pregunta central de nuestras vidas es ¿Qué somos?, nadie lo puede asegurar con certeza, y por eso no conocemos nuestras limitaciones, y no sabemos hasta donde somos capaces de llegar en cualquier sentido. Nos hacen creer que tenemos un poder ilimitado y que cada vez somos más libres, que nuestra realidad se limita a lo palpable y que nuestras acciones y aspiraciones están limitadas a las cosas conformadas por átomos. Por un lado no somos capaces de reconocer nuestras limitaciones, nos enojamos con nosotros mismos o con otros cuando la vida remarca su existencia, y por otro lado a mucha gente no le interesa saber hasta donde puede llegar, cree que estar más limitada de lo que está, o simplemente le da vagancia esforzarse hasta descubrir su límite. Por eso la búsqueda de poder y la frustración.
¡Somos tan idiotas! Vemos al desconocimiento de nuestros límites como un problema cuando en realidad es una solución. Somos infinitamente libres, tanto como para fijarnos el límite que querramos. Empezando con lo que hicieron otros hombres, y siguiendo con todo lo que podamos imaginar que queda sin hacerse. (Porque todo lo que podamos imaginar es potencialmente real)