22.9.13

Sublime

"Puede quizás sorprenderle que le diga que el recuerdo más extraordinario de todos mis años en el extranjero es el del final de un día tranquilo, en las cumbres de los Pírineos, contemplando las llanuras y valles de Francia. [...] Mi recuerdo de aquel momento sobre el valle de Vera supera a todos los demás hasta el día de hoy.
El aire era claro, y las nubes se apilaban sobre las montañas, y justo empezaban a pintarse de rayos de rosa y oro con el sol del primer anochecer. Y de pronto comprendí que, sin dar un paso ni contar un segundo, había alcanzado ya algún otro mundo que coexistía con el mío. Sentí en torno a mí el espacio infinito, y supe que Dora y yo, y cada árbol, y cada ser humano estaban tallados de esa infinitud de tiempo y espacio.
La hoja que muere y el pétalo que se estira tienen cada uno un lugar tan importante como las montañas y las nueves enormes en el gran designio, y todos contienen las semillas de una majestad que va más allá de nuestros horizontes.
No puedo creer en el cielo que me enseñaron a esperar, ni temo demasiado su alternativa, y no obstante la maquinaria del universo que la filosofía natural nos obliga a contemplar no puede explicar tampoco tales cuestiones. En un momento así, incluso un soldado fatigado, con la mente llena de órdenes y raciones, sin duda contempla algo más que la naturaleza le muestra como lo Sublime."

 La aritmética del amor, Emma Darwin

Este es algún rinconcito de Argentina, cayéndose de Córdoba, o quizás Santa Fe.

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