22.4.11

Viernes Santo


En el templo se escuchó mi voz, se escuchó,
clamé por Ti en mi angustia.
Extendiste tu mano y no caí, no caí,
tu poder del enemigo me libró.

La fuerza del Salmo 17 convertida en canción, creo que es lo que más me gusta escuchar en una misa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y a vos qué te parece?