Para mi inspirador filosófico

Esto de estar terminando el colegio me moviliza. Todavía no me puse a llorar con tal motivo, (solamente lloro muy emotivamente por películas como Toy Story o Harry Potter), pero eso no significa que esté absuelta del nudo de emociones y sentimientos todos entremezclados: nostalgia, euforia, alegría, tristeza.
De a poco algunos profesores se van despidiendo, algunos silenciosamente, otros con palabras y hasta alguna que otra lágrima.
Hoy le tocó despedirse a Angel, en la última clase que tuvimos con él después de dos años... Eingel, yo sé que hay un mínima posibilidad de que lo leas porque tenés mi blog anotado en lápiz en tu planilla de notas del primer trimestre y efectivamente entraste a leer lo que escribo un par de veces, sin embargo también sé que es poco probable porque sos bastante colgado, además yo que vos quemaría la planilla próximamente... (Pero no lo hagas, porque con Meli te escribimos un par de frases de Pink Floyd)
De cualquier manera quería dejarte escrito que aunque seas un zurdito insurrecto, aunque hayas votado a Cristina porque te regaló una notebook, aunque haya debatido con vos quinientas veces y nunca haya hecho la tarea, me partiste el alma llorando porque  te quiero tanto flaco.