11.8.12

Canciones de misa

Una vez le dije a una amiga atea "Wau, las canciones de misa son increíbles". Disimuló su escepticismo para comentarme educadamente: "Eso es la acústica".
Así como ella no cree en Dios, yo definitivamente no creo que sea la acústica. Ninguna acústica tiene que ver con las letras esas que hablan de cosas que uno a veces todavía no llegó a poner en palabras. He visto muchos no-creyentes cantarlas bien fuerte. Aparecen en mi celular mezcladas entre Pink Floyd y Hugh Laurie, y a veces tengo que pasarlas de largo para no ponerme a llorar en la calle. 
Si las buenas canciones te llenan la vida y el alma, cómo no van a hacer eso las cancioncitas de misa. Hablan del Amor en toda su inmensidad. 
Mi favorita de todos los tiempos es "Cara a cara." (Solo déjame mirarte cara a caraaaaaa y perderme como un niño en tu miradaaaaaa y que pase mucho tiempo y que nadie diga nadaaa, porque estoy mirando al Maestro cara a cara. Que se ahogue mi recuerdo en tu mirada, quiero amarte en silencio y sin palabraaaaaas. CUANDO CAIGA ANTE TUS PLANTAS DE RODILLAS, DÉJAME LLORAR PEGADO A TUS HERIDAS! DERROTADO Y DESDE EL SUELO, TEMBLOROSO Y SIN ALIENTO, AUN TE SEGUIRÉ MIRANDO MI MAESTRO! Y QUE PASE MUCHO TIEMPO, Y QUE NADIE ME LO IMPIDA, QUE ESPERADO ESTE MOMENTO TODA MI VIDA)
La escuché muchísimas veces a lo largo de todos estos años en relación activa con Jesús, pero no se por qué justo hoy, mientras sonaba en la capilla del colegio me acordé de haberla escuchado una vez en particular. 
Recién empezaba de verdad mi camino en la Fe, era joven e inexperta... Tres años atrás. Me habían prohibido terminantemente ir a la misa en la cual mis compañeros se confirmaban. Estoy bastante convencida que Dios acomodó un par de sucesos para regalarme unos minutos, aparecer unos segundos en la celebración tan importante para mis pares, los que caminaban conmigo, y fueron unos segundos muy bien vividos. Sonaba "Cara a cara" mientras veía caras sorprendidas, abrazaba a las personas que tenía a mano y estaba con todo el corazón, alma y cuerpo en el lugar que tenía que estar.
Cuanto más crezco en la Fe, más me convenzo que estoy donde tengo que estar. Siempre. Ni adelante, ni atrás. 
¡Qué regalo es tener esa convicción cuando estás más perdido que turco en la neblina! Lo bueno de patinar afuera del camino es poder estar en lugares no planeados por nosotros. Lo bueno de estar perdido, es que no importa para donde arranques, vas a caminar para algún lado donde algo va a haber. Algo que no podrías encontrar sin primero perderte. 
No estoy pasando un muy buen momento, pero está sensación 2.0 de dejarme en las manos de Él sin pedirle nada a cambio, el entender que Dios entiende mejor de bien y mal que uno mismo. El saber internamente que quizás me vaya como el orto, pero a pesar de eso todo va a estar bien, es una luz que brilla en personas concretas a mi alrededor que simplemente me quieren. 


LOVE LIFTS US UP WHERE WE BELONG.

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