Sé que la normalidad no existe, pero entonces vos sos normal. Y con esto no quiero decir que no existis, si no que así de diferente sos del resto del mundo. Primero que nada, ¿Quién se llama Yací? ¿Qué otra persona hay que sea tan sincera, auténtica y que no tenga miedo de ser como es? Muy pocas, pero muy.

No tenés idea lo feliz que me hacés dandome la posibilidad de ser tu amiga. Más allá de recorrerte quiscos buscando alfajores aguila brownies porque sabés que para mí son los mejores del mundo, más que darme la posibilidad de comer en tu casa, y dejarme dibujar mounstrous con tu hermanito (que lo amo), más que hacerme el segundo arito en una oreja, que mis viejos no saben que existe y me encanta, más que psicoanalizarme

siempre, y darme las cosas que hacías el año pasado de la escuela, más que hacerme una torta para mi cumpleaños ! más allá de eso, que ya de por sí es único, es muchísimo lo que me bancas, porque últimamente y más que nunca sos de las personas en las que más me sostengo. Pocas personas me dieron tanto en mi vida, y sin interés de ningún tipo, solamente porque sí, porque tenés ganas de escuchar mis problemas mil veces mientras trotamos, y bancarte mis mensajes pidiendo auxilio. Ojalá que esta amistad que tenemos no termine nunca jamás, ni cuando te devuelva ese cosito inca que tengo colgado, porque, no sé como más decirte, sos ÚNICA.

Te amo Yacina.